Un lugar que cautiva por su autenticidad es la Mina de Sal de Nemocón, a la que se llega en treinta minutos desde Zipaquirá. Allí, 80 m bajo tierra, los viajeros recorren 1.600 m de túneles por los que entre 1816 y 1968 se extrajeron ocho millones de toneladas de sal aproximadamente. Llaman la atención los 28 espejos de salmuera, en los que se disolvían las rocas de sal y que producen un efecto óptico impresionante.
En la cámara de la Capilla hay una enorme esfera de piedra de 1.300 kilos que simboliza al mundo. Otra atracción de gran importancia es el cristal de sal de 1.600 kilos, tallado en forma de corazón en los 60's por el minero Miguel Sánchez. En el recorrido se ven las estalactitas y estalagmitas e incluso hay un sendero ecológico, un auditorio y una sala de geología.
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